¿Qué es la transición energética?
Definición y alcance del concepto
La transición energética es el proceso estructural mediante el cual los sistemas energéticos del mundo evolucionan desde un modelo dominado por combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) hacia otro basado principalmente en energías bajas o nulas en carbono.
No se trata únicamente de cambiar una fuente de energía por otra. La transición energética implica una transformación profunda del sistema energético, que afecta a la producción, distribución, almacenamiento y consumo de energía, así como a la economía, la política pública, la industria y los hábitos sociales.
A diferencia de transiciones energéticas anteriores, la actual es más rápida, planificada y condicionada por límites ambientales y climáticos, no solo por criterios de eficiencia económica.
¿Por qué es necesaria la transición energética?
Cambio climático y reducción de emisiones
El uso de combustibles fósiles es responsable de cerca del 75 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Sin una transición energética acelerada, será imposible cumplir los objetivos climáticos internacionales y limitar el aumento de la temperatura global.
Impactos ambientales
Más allá del cambio climático, los sistemas energéticos basados en fósiles generan graves impactos ambientales, entre ellos:
- Contaminación del aire y del agua
- Degradación de ecosistemas
- Pérdida de biodiversidad
- Daños al suelo y a los recursos naturales
La transición hacia energías limpias reduce significativamente estos impactos y mejora la sostenibilidad ambiental a largo plazo.
Seguridad energética y geopolítica
Disminuir la dependencia de importaciones de combustibles fósiles refuerza la seguridad energética, reduce la exposición a crisis geopolíticas y mitiga la volatilidad de precios asociada a conflictos internacionales y tensiones comerciales.
Salud pública y estabilidad económica
La transición energética contribuye a reducir enfermedades respiratorias y cardiovasculares asociadas a la contaminación, al mismo tiempo que impulsa:
- Creación de empleo
- Innovación tecnológica
- Desarrollo industrial sostenible
Objetivos globales de la transición energética
Neutralidad climática y Net Zero
Cada vez más países se han comprometido a alcanzar la neutralidad climática (Net Zero) hacia mediados de siglo. Este objetivo implica equilibrar las emisiones residuales de CO₂ con sumideros naturales o tecnologías de eliminación de carbono.
Escenarios climáticos y presupuestos de carbono
Los escenarios climáticos de 1,5 °C y 2 °C definen los llamados presupuestos de carbono, es decir, la cantidad máxima de CO₂ que puede emitirse sin superar umbrales climáticos críticos. Las políticas actuales siguen siendo insuficientes para respetar estos límites.
Tecnologías clave de la transición energética
Generación de energías renovables
- Energía solar (fotovoltaica, térmica y termosolar)
- Energía eólica (terrestre y marina)
- Hidroelectricidad, con limitaciones ambientales y sociales
- Bioenergía y biocombustibles avanzados, bajo criterios de sostenibilidad
Energía nuclear baja en carbono
La energía nuclear continúa siendo parte del debate energético global debido a su capacidad de generar electricidad estable con bajas emisiones, pese a las preocupaciones sobre costos, residuos y seguridad.
Tecnologías de almacenamiento energético
El almacenamiento es fundamental para integrar energías renovables variables:
- Baterías electroquímicas (litio, sodio, estado sólido)
- Almacenamiento hidroeléctrico por bombeo
- Almacenamiento térmico
- Aire comprimido
Batería de carbono o batería de CO₂
Las baterías de carbono, también conocidas como baterías de CO₂, son una tecnología emergente de almacenamiento energético que utiliza dióxido de carbono comprimido en sistemas cerrados para almacenar y liberar energía eléctrica.
Características clave:
- Funcionan como almacenamiento de larga duración
- Aportan flexibilidad a las redes eléctricas
- No capturan CO₂ de la atmósfera, sino que lo reutilizan como fluido de trabajo
- Se encuentran en fases tempranas de despliegue comercial
Su papel dentro de la transición energética es complementario y experimental, no sustitutivo de las tecnologías maduras.
Hidrógeno y combustibles bajos en carbono
- Hidrógeno verde producido con energías renovables
- Hidrógeno azul con captura de carbono
- Combustibles sintéticos para sectores difíciles de electrificar
Captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS)
Las tecnologías CCUS buscan reducir emisiones en sectores industriales intensivos, aunque presentan desafíos en costos, escalabilidad y aceptación social.
Electrificación de la economía
La electrificación consiste en reemplazar el uso directo de combustibles fósiles por electricidad limpia, convirtiéndose en el eje central de la transición energética.
Sectores clave:
- Industria (hornos eléctricos, electrólisis).
- Transporte (vehículos eléctricos, ferrocarril)
- Edificios (bombas de calor, climatización eléctrica)
La transición energética por sectores
- Sector eléctrico
- Es el sector que avanza más rápido en descarbonización mediante renovables, almacenamiento y digitalización.
- Transporte
- La movilidad eléctrica domina en vehículos ligeros, mientras que los biocombustibles y el hidrógeno se destinan al transporte pesado, marítimo y aéreo.
- Industria
- Sectores como el acero, el cemento y los productos químicos requieren cambios tecnológicos profundos para reducir sus emisiones.
- Edificios y agricultura
- La eficiencia energética, la rehabilitación térmica y la electrificación reducen el consumo energético y las emisiones asociadas.
Redes eléctricas y digitalización
Una transición energética exitosa depende de redes eléctricas modernas, flexibles e inteligentes, apoyadas en:
- Medidores inteligentes
- Gestión activa de la demanda
- Inteligencia artificial
- Interconexiones regionales
Economía, inversión y políticas públicas
Inversión y financiamiento verde
La transición energética requiere inversiones anuales de billones de dólares en infraestructura, innovación y modernización de sistemas energéticos. Los bonos verdes y la financiación sostenible son instrumentos clave.
Regulación y planificación energética
Las políticas más efectivas incluyen:
- Precios al carbono
- Eliminación de subsidios a combustibles fósiles
- Normas de eficiencia energética
- Planificación a largo plazo
Impactos sociales y transición justa
Una transición energética justa busca proteger a los trabajadores y comunidades dependientes de industrias fósiles mediante:
- Reconversión laboral
- Formación profesional
- Participación social
La reducción de la pobreza energética es un objetivo prioritario, especialmente en países en desarrollo.
Geopolítica, minerales críticos y riesgos
La transición energética genera nuevas dependencias de minerales críticos como litio, cobalto, níquel, cobre y tierras raras. La minería sostenible, el reciclaje y la economía circular son esenciales para minimizar riesgos ambientales y sociales.
El futuro de la transición energética
La década actual es decisiva. Sin una aceleración significativa, los objetivos climáticos serán inalcanzables. A pesar de los desafíos, la transición energética ya está en marcha y representa una transformación estructural irreversible del sistema energético global.
Una transformación inevitable del sistema energético
La transición energética redefine la forma en que el mundo produce y consume energía. Su éxito será determinante para la estabilidad climática, la salud pública, el desarrollo económico y el equilibrio geopolítico en las próximas décadas.







